En Javier de Valladolid , que viu i treballa a Catalunya, diu que cada dia gaudeix més del cicloturisme, per què que cada vegada corre menys. És a dir, més enllà de l’estrès de les marxes, falses curses per a ciclistes frustrats (i no nego a ningú el dret a jugar a sentir-se ‘pro’, però com a mínim que els organitzadors no enganyin), hi ha una pràctica ciclista tant autèntica com qualsevol altra; cosa que neguen molts dels que surten a la carretera pensant en que potser, aquest any si, ells i la seva colla aconseguiran la ‘performance’ que els farà aparèixer a la portada de l’Equipe o de Vélo Magazine.
Repeteixo, que tothom faci ciclisme com li doni la gana mentre no contravingui les normes de circulació, de convivència i de respecte al medi i als altres, però que ningú negui l’autenticitat, l’agonia i la duresa dels que, simplement, van en bicicleta a un altre ritme, amb unes altres intencions, a la recerca d’unes ‘performances’ més pròximes a l’aventura, la descoberta d’un territori o el simple plaer de pedalar sota el sol, els núvols o la pluja.
Cada dia estic més fart de l’angoixa de donar pals (més aviat de rebre’n), de suportar estrebades terribles, d’intentar aguantar una roda impossible i de morir damunt la bici. Jo vull viure a la bicicleta no deixar-hi la vida!
Com en Javier, o els amics amb qui comparteixo rutes, viatges i vivències, jo també cada dia sóc un ciclista més lent, i cada dia gaudeixo més de l’art d’anar en bicicleta, que és una de les experiències vitals i intel·lectuals que més m’omple les alforges de la memòria.
4 comentaris:
Hola Rafael,
Aterrizo de las vacaciones y ya me ves metido en tu blog. Nada más lejos en mi ánimo que intentar rebatir tus opiniones. Primero, porque estoy totalmente de acuerdo en el fondo de tu argumentación, y segundo y más importante para mí, por que no me lo permite la ISO de pensamiento.
Aún así permiteme una aclaración ya que de alguna manera, aunque no exclusivamente, me he sentido aludido: Dejé la competición con 19 años cuando estaba entrando de los diez primeros en todas las carreras de amateur de Catalunya, año 1976. Si de entrada yo, primero defiendo al ciclista y después, ya veremos, es porque sé lo durísimo e ingrato que es este deporte cuando se compite; por eso, desde el primer momento tuve claro que: ciclista, sólo si eras un superclase. Desde entonces, 30 años, con la bicicleta he hecho más de 200.000 kms. Con ella mantengo una relación que podría definirse de amor/odio. Pero el odio no es por no haber sido profesional, si no porque cuando no estoy engrescado por algún objetivo, creo que no me compensa lo que me dá en lo que me quita. Por suerte o desgracia, al dia siguiente pienso todo lo contrario. Además, alguien tiene que sacrificarse en mantener la flama, no?
En una palabra: que tengas claro cuando me veas tirar que no lo hago por sentirme un ciclista frustrado. Otra cosa es que sea una persona con un tremendo espiritu de superación lo que para aquellos que ven siempre la botella medio vacía, no digo que sea tu caso, equivale a
una actitud asquerosamente competitiva.
Un abrazo
Con las prisas por irme a la cama me olvidada del elemento principal que me mueve a coger la bicicleta: la diversión.
Si en la salida no hay momentos de exigencia o incluso sufrimiento, para mi no es divertido. Aunque muchas veces apetece salir de paseo, no creo que hubiera sacrificado tantas horas de mi vida para aburrirme.
Con un poco de retraso, leo este comentario de mi gran amigo Rafael Vallbona y no puedo estar más de acuerdo con su elogio del "ciclismo lento". La verdad es que yo no puedo ni pensar en hacer otro ciclismo, pero reconozco haber disfrutado muchísimo las veces que he podido salir con él por tierras extremeñas, catalanas, menorquinas o vascas. Yo no voy excesivamente preocupado por el cronómetro, salvo porque sabe mal que me tenga que esperar más de la cuenta en la subida de algún puerto, pero me lo paso muy bien cuando por fín consigo llegar y ahí está él, sólo o con otros amigos como Llorenç Pros, esperándome, dándome ánimos y felicitándome. Además, como voy despacio, puedo gozar mucho del paisaje. Eso sí, tampoco desdeño algún tramito rápido cuando vamos cuesta abajo o algunos quilómetros de rodar a plato, cuando mi preparación física me lo permite.
Sí, estoy de acuerdo en su elogio del "ciclismo lento".
Els pissatges que es poden recorrer en bici són, en moltes ocasions, d´una bellesa tan extreordinària que seria fer-lis un lleig passar-hi amb el cap enganxat al manillar, sense emplenar-nos d´ells, sense gaudir dels seus aromes.
El món ésperdisfrutar-lo, en bici és clar...
www.sudamricaenbicicleta.blogspot.com
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